Lleva una olla grande con agua salada a ebullición. Prepara un bol con agua helada. Separa las hojas de remolacha, hojas de nabo y col rizada de sus tallos y límpialas. Cocina cada lote en agua hirviendo durante aproximadamente 1 minuto, trasladándolos al agua fría después. Desecha el agua de cocción.

Retira las verduras del agua helada y exprime el exceso de agua.

Combina las verduras, 2/3 de taza de aceite de oliva, ajo, Parmigiano Reggiano y sal kosher en una licuadora o procesador de alimentos. Mezcla hasta que esté suave para hacer el pesto y guárdalo en un bol cubierto con plástico.

Calienta 1/4 de taza de aceite de oliva en una olla grande a fuego medio-alto. Agrega la cebolla, el tomate rallado, el ajo, el romero, la sal kosher, la hoja de laurel y los copos de chile. Cocina durante 5 minutos, luego reduce el fuego y cocina durante 20-30 minutos hasta que las verduras se tornen de un dorado profundo.

Agrega el aceite de oliva restante a la mezcla de cebolla y revuelve el puerro, la zanahoria, los nabos y las remolachas. Cocina a fuego medio-alto durante 5 minutos.

Vierte el vino blanco sobre la mezcla, raspando el fondo de la olla. Agrega los frijoles cannellini, las judías verdes y el agua. Lleva a ebullición, luego cocina a fuego lento hasta que las judías verdes estén tiernas durante unos 5 minutos. Revuelve el perejil y el jugo de limón.