En un tazón mediano, combine la harina y la sal y mezcle bien. Incorpore la mantequilla fría hasta que la mezcla esté en migajas finas. Añada gradualmente agua helada hasta que la masa se mantenga unida. Forme una bola, aplane en un disco, y envuelva firmemente con plástico. Enfríe durante al menos 1 a 2 horas.

Extienda la masa fría sobre una superficie ligeramente enharinada en un círculo de 13 pulgadas. Coloque la masa en un molde para pie de 9 pulgadas sin engrasar, forme un borde alto, recorte el exceso y decore el borde. Enfríe la masa durante al menos 10 minutos.

Precaliente el horno a 400°F (205°C). Perfore bien la base fría de la masa con un tenedor. Hornee durante 5 minutos, retire del horno y enfríe completamente sobre una rejilla.

Rompa las mitades de nueces pecanas y esparza uniformemente en el fondo de la base de la tarta enfriada.

Bata los huevos en un tazón pequeño, añada el polvo de espresso y deje reposar durante al menos 10 minutos, batiendo ocasionalmente para disolver el espresso.

En un tazón mediano, mezcle la mantequilla ablandada, el azúcar y la vainilla hasta que estén suaves y esponjosos. Bata el cacao y la sal. Agregue la mezcla de huevo/espresso en tercios, batiendo después de cada adición. Incorpore el jarabe de maíz hasta obtener una consistencia suave y cremosa.

Vierta la mezcla sobre las nueces pecanas en la base de la tarta, cubriendo cualquier nuez descubierta. Deje reposar de 2 a 3 minutos, pinche las burbujas de aire con un palillo o la punta de un cuchillo afilado.