Coloca los frijoles en una cacerola y agrega suficiente agua para cubrirlos por 1 pulgada. Lleva a ebullición y retira del fuego. Deja reposar durante 1 hora.

Escurre y enjuaga los frijoles. Agrega suficiente agua fresca para cubrir por 1 pulgada. Lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 2 horas. Escurre, reservando 1/2 taza del agua de cocción, y enjuaga.

Calienta el aceite en una sartén a fuego medio-alto. Agrega los frijoles y la sal. Fríe hasta que los frijoles estén muy suaves, revolviendo y machacando con frecuencia, de 5 a 7 minutos.

Coloca una rejilla en el horno a unas 6 pulgadas de la fuente de calor y precalienta el asador del horno a baja temperatura.

Extiende una cantidad igual de frijoles en cada rebanada de pan y espolvorea el queso encima. Coloca las rebanadas de pan en una bandeja para hornear.