Mezcla la nata, el café, el azúcar moreno, el polvo de espresso, la sal y la vainilla en una cacerola. Calienta a fuego medio-bajo, revolviendo a menudo, hasta que la mezcla esté caliente y el azúcar y el polvo de espresso se hayan disuelto, de 5 a 7 minutos; no dejes que hierva.

Mientras tanto, coloca 1/2 taza de leche entera en un bol pequeño. Espolvorea la gelatina por encima y deja reposar durante 5 minutos para permitir que la gelatina se hidrate.

Retira la cacerola del fuego. Añade la gelatina hidratada y mezcla hasta que se haya disuelto completamente e incorporado.

Coloca un colador de malla fina sobre una jarra medidora resistente al calor grande, o un bol grande, preferiblemente con pico vertedor. Vierte cuidadosamente la mezcla de café a través del colador.

Vierte la mezcla de café colada en recipientes de vidrio para servir o en moldes pequeños y deja que se enfríe a temperatura ambiente, aproximadamente 30 minutos.